En 1978, la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud celebrada en Alma-Ata definió y otorgó reconocimiento internacional al concepto de atención primaria de salud (APS). La Conferencia identificó a la atención primaria de salud como la principal estrategia para alcanzar la meta de Salud Para Todos en el Año 2000 (SPT-2000), adoptada por los Estados Miembros de la OMS en 1977 (Resolución WHA30.43) y su subsecuente plan de acción. La visión de la APS elaborada en Alma-Ata, expresada en los principios y las recomendaciones contenidos en la Declaración de Alma-Ata y en un conjunto de 22 recomendaciones, marcó el inicio de una nueva estrategia para mejorar la salud colectiva de los pueblos del mundo y el establecimiento de una renovada plataforma de política sanitaria internacional.
En la Región de las Américas, los países hicieron suyos los cuatro principios básicos de la APS reconocidos en la Conferencia de Alma-Ata: i) accesibilidad y cobertura universales en función de las necesidades de salud; ii) compromiso, participación y autosostenimiento individual y comunitario; iii) acción intersectorial por la salud, y iv) costo-eficacia y tecnología apropiada en función de los recursos disponibles.
Desde entonces, los Estados Miembros han establecido y puesto en marcha estrategias nacionales de atención primaria basadas en el desarrollo de componentes prioritarios: extensión de la cobertura con servicios de salud y mejoramiento del ambiente; organización y participación de la comunidad para su bienestar; desarrollo de la articulación intersectorial; desarrollo de la investigación y de tecnologías apropiadas; disponibilidad y producción de productos y equipos críticos; formación y utilización de recursos humanos; financiamiento sectorial, y cooperación internacional.
Veinticinco años después del hito histórico establecido en Alma-Ata, las poblaciones de las Américas han acumulado ganancias en salud atribuibles al impacto de las actividades prioritarias de APS en educación y promoción de la salud, alimentación y nutrición, abastecimiento de agua y saneamiento, asistencia materno-infantil y planificación familiar, inmunizaciones, prevención y control de endemias, tratamiento de enfermedades y traumatismos prevalentes, y acceso a medicamentos esenciales. La experiencia colectiva ganada en la puesta en práctica de la atención primaria ha enriquecido la teoría y la práctica de la salud pública a la vez que ha generado nuevos desafíos y prioridades, tanto en el campo de las políticas públicas de salud como en el de las intervenciones sanitarias poblacionales, para el alcance de la equidad en salud, renovando con ello la vigencia del componente redistributivo inherente a la meta de SPT.
El Comité Ejecutivo aprobó la resolución CE132.R5 que ahora se somete a la consideración del Consejo Directivo.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud